Nos encanta trabajar con las fases lunares, porque nos parece una herramienta super poderosa para sintonizar con los tiempos orgánicos de manifestación.
La Luna ejerce una intensa influencia sobre los líquidos y por lo tanto en todos los seres vivos, ya sean humanos, animales o plantas (recordemos que somos 70% de agua y nuestro cerebro tiene un porcentaje aún mayor).
El ciclo lunar consta de 4 fases principales. Cada fase dura casi una semana.
Cada mes la luna y el sol en su danza contínua se unen en el mismo grado zodiacal formando lo que se llama luna nueva En esta fase el día de la luna nueva, el día anterior y el día siguiente, será prácticamente imposible encontrar la luna en el cielo, se encuentra tan cerca del sol que sus rayos la ocultan. Las noches, por lo tanto, son oscuras y podríamos comparar este momento con ese instante en que las semillas son sembradas y al abrigo de la oscuridad comienza a desarrollarse una actividad invisible interna, una transformación profunda. Es como un despertar de un sueño, que le permitirá a la semilla manifestar lo que contiene en su potencial. Parece que nada sucede, de hecho no hay acción. Es el momento de establecer las Intenciones Lunares, que serán nuestras semillas.
A la semana aproximadamente, cuando la luna se separa 90° del sol, pasamos a la fase de cuarto creciente.
Llegamos a una crisis de crecimiento. Para que las cosas sigan evolucionando será necesario ponerse en acción. Dar pasos decididos en una dirección de acuerdo con lo que hayamos intencionado. Se corresponde con el momento en que la semilla se rompe para que la raíz busque el arraigo, lo necesario para que crezca.
A lo largo de esta fase las cosas avanzan rápidamente, los pasos que darán lugar al desarrollo de lo intencionado se aceleran: la semilla brota y sus hojas se despliegan decididamente.
Unos 14 días después de la siembra, se hace la luna llena.
La luna se ha alejado lo suficiente del sol como para ubicarse exactamente opuesta en el cielo, visto desde nuestro punto de vista terrestre. Recibe de lleno la luz solar y con dicho reflejo ilumina la noche. Por lo tanto todo se ve. Las cosas están a la luz. Es un momento de manifestación, de culminación. La intención de hace dos semanas atrás llegó al punto de visibilidad, si era de corto alcance. Y si fue más significativo refleja el desarrollo de lo intencionado hace seis meses. Activa el sector de la carta en que suceda la lunación. Su luz continuará siendo significativa hasta el último cuarto.
El cuarto menguante de la luna, es un momento de interiorización, de balance.
Veremos la luna nuevamente a 90° del Sol, y la semana que recorre ese cuarto de cielo saldrá por el este cada vez más delgada, cerca del amanecer. Es posible que los frutos de lo sucedido nos sirvan para prepararnos para la siembra en la luna nueva siguiente. Buen momento para terminar, finalizar o cerrar procesos. También para cortar el pasto así demora más en crecer, o
depilarse, o arrancar las cosas desde la raíz. Es ideal para comenzar dietas y desintoxicarse.
Cada mes la luna nueva se hace en un signo zodiacal diferente, es decir que la naturaleza de la semilla que estamos sembrando será diferente, y lo que intencionemos crecerá si está en consonancia con lo que ese signo y sector de nuestra carta natal propone. Cada cosa tiene su tiempo adecuado.
Las intenciones establecidas en la luna nueva de un signo se irán desarrollando hasta que se haga la luna llena en ese mismo signo. Eso ocurre a los 6 meses de sembrada la intención.
Acompañar las fases lunares es vivenciar la más antigua y básica práctica astrológica. Te invitamos a rescatar esa antigua sabiduría y aplicarla en tu vida cotidiana como una eficaz herramienta de crecimiento personal.
Cómo intencionar
Cuando hacemos nuestras intenciones lunares estamos elaborando un ritual.
Un ritual tiene carácter sagrado, en este caso es una conexión con nuestro corazón, con nuestro propósito, que nos ayude a desplegar nuestro mayor potencial interior. Que nos ayude a Ser, a orientarnos hacía nuestra expresión más acabada.
Los rituales son el lenguaje que nuestro inconsciente comprende. Joseph Campbell lo expresa con claridad y belleza:
“Un ritual es la representación de un mito. Y, al participar en el ritual, estás participando en el mito. Y dado que el mito es una proyección de la sabiduría profunda de la psique, al participar en un ritual, participar en el mito, estás siendo, por así decirlo, puesto de acuerdo con esa sabiduría, que es la sabiduría que es inherente a ti de todos modos. Su conciencia está recordando la sabiduría de su propia vida. Creo que el ritual es tremendamente importante”.
La tabla de horarios de las fases lunares te ayudará para intencionar en el tiempo apropiado, idealmente con un máximo de 12 horas antes o después de la fase. Pero si no pudiste hacerlo en horario mejor que lo hagas cuando puedas, antes que nunca. Lo importante es el espíritu con que te conectás para hacerlo.
La intención lunar es un compromiso con nosotros mismos. Ser responsables y coherentes con ese compromiso nos acerca a lo intencionado.
Los Eclipses
Un eclipse es una lunación de alto octanaje. Astrológicamente hablando, acelera el tiempo: abre nuevas puertas cerrando de golpe otras, por lo que a menudo encontramos cambios abruptos y repentinos que ocurren durante los eclipses. Aunque el tenor de los cambios puede ser discordante, puede ayudarnos acelerando lo inevitable.
Por lo tanto, ante una situación que no se define, un eclipse seguramente le dará ese empujón adicional necesario para que precipite en acontecimiento. Si bien los resultados a veces son impactantes, recordemos que simplemente aceleran lo inevitable: lo que iba a suceder eventualmente.
La energía es muy drástica, no intenciones durante un eclipse, esperemos que pasen dos o tres días del momento de oscuridad. Durante esta época, esperemos lo inesperado y aceptemos lo desconocido. Recordemos que el horizonte se extiende más allá de nuestra visión. La vida es la de un viaje, disfrútalo.
Cada año encontrarás las fechas y horas de las lunaciones, e incluso el tipo de intenciones que son favorecidas de acuerdo a cada mes en la Astroagenda. Constituye una guía completa de autoconocimiento que te facilita entrar en sintonía con los ciclos cósmicos.
Este año se encontrará disponible a partir de octubre.
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Natalia Mottura
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