En Otoño comenzamos a ir hacia adentro…El Sol ya no está tantas horas iluminando el día, y el frío empieza a aparecer…La savia de los vegetales comienza su viaje hacia las raíces…Hay un momento en que algo nos avisa, a veces suavemente y a veces de manera intensa, que debemos dejar de buscar la felicidad afuera y que tenemos que comenzar el viaje hacia adentro…
Adentro está en principio todo lo que no queremos ver…En esa primera capa de densa neblina oscura están nuestras miserias y temores, nuestro tremendo ego, nuestros apegos, nuestras profundas frustraciones…Nadie puede escapar de eso…Podemos mirar hacia otro lado, pero eso no significa que no esté ahí, esperando nuestra atención para la esperada sanación…
Es fácil limpiar una casa y poner toda la tierra debajo de la alfombra, pero la casa no está limpia, PARECE limpia, pero no es lo mismo…Muchas veces mostramos hacia el mundo la casa «limpia», y se nos ve alegres, felices y casi iluminados…Pero debajo de la alfombra aún hay que limpiar…Es inevitable, en algún momento hay que hacerlo…Pero uno puede barrer enojado o barrer feliz…No cambiará lo que tenemos que hacer, pero si cambiará la actitud con la cual hacemos lo que tenemos que hacer. Y eso es IMPORTANTE.
Porque como ya mencione antes, el viaje interior es INEVITABLE…En cierto punto de nuestras vidas tenemos esa comprensión de que nada de lo que está afuera va a llenar nuestro corazón…
Y a la vez nos falta la experiencia completa de eso interior que anhelamos…
Esa es una parte difícil del viaje, por eso, los sabios como Patanjali aconsejan «Sraddha» como equipaje inicial del camino: La FE.
Muchas veces cuando queremos visitar algún lugar, pedimos consejo de alguien que ya estuvo allí, dónde alojarse, dónde comer, cómo llegar…En este viaje hacia adentro es lo mismo…Tenemos que encender nuestro corazón para poder distinguir a aquellas personas que SABEN cómo llegar a ese lugar que anhelamos, y pedirles consejo para ese viaje, cómo hacerlo, por qué ruta ir, que curvas peligrosas podría tener el camino…
Nadie puede hacer el camino por nosotros, pero podemos pedir ayuda para saber por dónde caminar…Es importante encender el corazón para que éste certifique la veracidad de aquellos que dicen conocer el camino…Porque hay muchas personas que dicen saber por dónde ir y solo nos llevarán al pantano del ego…
Los verdaderos sabios han dejado el mapa…Pero solo nosotros podemos caminar el camino con la guía de ese mapa y la Fe de que nos llevará a nuestro destino…Que es nada más ni nada menos que saber QUIENES SOMOS EN VERDAD.
Germán Garro
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