Desde Lazos Yoguis traemos hoy esta pregunta: ¿ES POSIBLE YOGA EN EL AULA?

Y la respuesta es: Sí, claro que se puede.

El Yoga es una práctica laica, por lo que no importa que creencia, religión tengas, inclusive si no practicas ninguna, siempre se puede colocar una manta y practicar.

Desde hace un tiempo se plantea el Yoga como una herramienta útil para las y los docentes, en su vida diaria pero también para llevarla al aula.

¿Qué diferencia existe con la que se puede practicar en un espacio de Yoga? La diferencia del “Yoga en el aula” es que, por un lado vas a realizarla dentro del aula o en algún espacio del colegio destinado a actividades físicas; se adapta a las circunstancias que se van presentando, ya que por ejemplo hay estudiantes que no quieren practicarla, por ende se planifica de manera práctica buscando incorporar todos los elementos necesarios para poder llegar a cada persona que forma parte del establecimiento trabajando posturas, educación emocional, respiración, meditaciones, visualizaciones, empatía, auto compasión y muchas otras cosas más .

¿Cómo comenzar a planificarla?

Primero debes acordar con la o el docente a trabajar si quiere hacerlo en el aula o ir a un espacio definido en la escuela.

Luego, para planificar la clase debemos saber cuánto tiempo tenemos disponible; porque podés hacer una clase de 2’ hasta de 1 hora. Y esto dependerá de cuál es el propósito del espacio, el “para qué” se adapta a las necesidades de los estudiantes y del docente.

Al tener otra estructura que una clase de salón, no se canta el Om ni se prenden velas, vamos al trabajo puntual, por ejemplo: calmar, activar, etc.

No se obliga a los estudiantes a realizar los ejercicios, es opcional. El yoga en el aula se siente, se disfruta y se brindan herramientas para resolver tanto dentro como fuera del aula.

¿Qué momentos puede tener la clase de Yoga en el Aula?

• Se comienza consultando cómo se sienten ese día.
• Luego el momento de hacer respiraciones y mindfulness, para traerlos al momento presente, al aquí y el ahora. Utilizando elementos que llevan al colegio, lápices, regla, cuaderno, carpeta, etc. Activando todos los sentidos.
• Una vez que hicieron conexión con su respiración se hacen ejercicios, postura que pueden ser en la silla, de pie o ambas.
• Al finalizar las posturas se puede cerrar con una meditación o una visualización.

Se puede utilizar música, lo ideal son los mantras (recomendamos a SOY YOGA MUSIC) pero evalúalo con la o el profesor e, incluso, a veces se puede poner música que ellos eligen.

Hay días que solo pueden haber ejercicios físicos y otros solo respiraciones, algunos días se habla y trabaja la inteligencia emocional para trabajar el trato entre ellos y los docentes.

¿Cómo impacta en las aulas?

El impacto en las familias, que generó el yoga en el aula, es asombroso ya que los padres notan los cambios en sus hijos tanto a nivel físico como espiritual. Los ven más conectados y aplicando los ejercicios en sus casas, hasta dando ejemplos a sus propios padres de cómo respirar cuando están nerviosos, o cuando tienen que ir al médico a sacarse sangre, ellos -los chicos- les indican que hay que respirar lento y despacio.

Con el yoga, la escuela se volvió más consciente de las necesidades de los estudiantes, entendiendo que identificar y tratar las emociones es tan importante como aprender matemáticas o lengua.

Te compartimos una planificación de una clase de yoga en el aula:

1. Enfoque y calma. Duración 1-2 min.

2. Respiración de la abeja (se coloca el dedo índice dentro de la oreja y se pronuncia la letra “MMMMM” con los ojos cerrados). Duración 10 min.

3. Posturas. Duración 10min:

• De la montaña: de pie al costado del banco tomando conciencia del cuerpo y sintiendo cómo entra y sale el aire por la nariz.
• Luna creciente: estirar los brazos hacia arriba y luego inclinar el torso hacia el costado derecho y luego al izquierdo una respiración de cada lado.
• Postura del árbol: pierna izquierda bien apoyada en el suelo flexionar pierna derecha abriéndola hacia el costado apoyando el dedo gordo en el piso; 3 respiraciones.
• Me siento en la silla.
• Montaña sentada.
• Respiración del globo: inhalar y exhalar abriendo y cerrando los brazos.
• Masaje mágico: frotar las manos, cuando se siente el calor que se produce por la fricción llevar las manos al lugar que el cuerpo necesite.
• Meditación mindfullness: escuchar una canción y tratar de seguir un solo instrumento durante toda la canción llevando la atención a la respiración.

Carolina, Mónica, Gabriela y Florencia.

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